En 1515, en otra carta hablaba de su política humanitaria para con los indígenas y recomendaba al tiempo, que las tribus caníbales o temidas fuesen castigadas con dureza extrema. A principios de 1513 Núñez de Balboa tuvo noticias sobre un colosal océano que se hallaría hacia el sur. Entusiasmado, y tras fracasar en el reclutamiento de hombres en La De españa, procuró hallar refuerzos desde España gracias a las gestiones de Enrique de Colmenares. Sin embargo, le fue negada toda ayuda, pues las noticias sobre la destitución de Fernández de Enciso fastidiaron a la Corte.
Decidió regresar a Santa María a inicios de 1513 para disponer de más hombres provenientes de La De españa, y fue ahí cuando se enteró de que Fernández de Enciso había persuadido a las autoridades coloniales de su versión de lo ocurrido en Santa María. Entonces, Núñez de Balboa envió a Enrique de Colmenares directamente a España para buscar asistencia, en vista que no había habido contestación de parte de las autoridades de La Española. Núñez de Balboa quedó desde entonces con el mando absoluto de Santa María la Antigua y de Nombre de Dios.
Descubierto en alta mar, estuvo a punto de ser descuidado en una isla desierta por Enciso , quien finalmente le dejó dentro a ruegos de los pasajeros. La flotilla siguió su con rumbo a Urabá y halló en frente de Cartagena los restos de la expedición de Ojeda, mandados por Francisco Pizarro. Se supo entonces que había fracasado el intento de poblar San Sebastián en el golfo de Urabá, por lo insalubre del sitio y pues estaba habitado por indios que utilizaban flechas envenenadas. Nuestro Ojeda había sido herido y tenido que abandonarlo en busca de refuerzos, tras dejar a sus hombres al mando del Pizarro y con autorización para llevar a cabo lo que estimaran favorable si no retornaba en un período de cincuenta días.
De esta forma entre 1517 y 1518, Núñez de Balboa se trasladó con 300 hombres a Acla, donde se encontraba la madera de mejor calidad para la construcción naval. Logró elaborar los materiales para realizar los barcos, que fueron transportados por indígenas. Aspecto del mapamundi efectuado en 1500 por Juan de la Cosa antes de partir en la expedición de Bastidas.
Apenas logró divisar las islas, y llamó Isla Rica a la mayor de estas, y a toda la región la llamó Archipiélago de las Perlas, nombre que aún mantiene hoy en día. Un mes después, el 29 de octubre, hacía la segunda toma de posesión ya fuera del Golfo de San Miguel y en la costa de mar abierto, en algún sitio de la presente playa de Gonzalo Vázquez. Núñez de Balboa decidió proseguir el camino con un destacamento de 67 españoles, un número impreciso de indios, entre los cuales estaban Ponquiaco, y Francisco Pizarro. Se internaron en las cordilleras de la zona del río Chucunaque. En la actualidad denominadas montañas Urrucallala, entre el río Sabanas y el Cucunatí. Según informes de los indígenas, desde la cima de esta cordillera se podía ver el mar, conque Núñez de Balboa se adelantó al resto de los expedicionarios y antes del mediodía logró llegar a la cima y contemplar, lejos en el horizonte, las aguas del mar irreconocible.
Vasco Núñez De Balboa
Subió luego por el río Atrato hasta el río Sucio, al que llamó Negro, lugar desde el que alcanzó la tribu de Albanumaque. Aquí oyó charlar del mito del Dabaibe (sus hombres cogían pepitas de oro como naranjas y las transportaban en cestas). No ha podido ir en su busca, pues le llegaron novedades de que en el Darién había surgido una sublevación indígena para destruir Santa María. Regresó a la localidad y logró deshacer la conspiración tramada por los caciques Cémaco, Abraibe, Abanumaque y Abibaibe en octubre de 1512.
Dijérase que semejante éxito de Balboa encontraría una recompensa proporcionada a la categoría del hallazgo. Atravesando ese inmenso océano se encontrarían de forma segura las ansiadas especias buscadas por Colón . El conquistador español Vasco Núñez de Balboa, oriundo de Jerez de los Caballeros, Badajoz, fue el primer europeo que, después de atravesar el océano Atlántico y aventurarse en la selva inextricable del presente territorio de Panamá, divisó el océano Pacífico desde lo prominente de una cordillera. Similar hazaña, que fue posible gracias a las normas de los guías indígenas, ocurrió el 25 de septiembre de 1513.
Periplo A Tierra Firme
Tras esta expedición, se instaló para cultivar la tierra en la isla La De españa en el Mar Caribe. Él se escapó de sus acreedores, explorando como polizón en una expedición de rescate con destino a la colonia de San Sebastián en Urabá, la zona que había explorado previamente con Bastidas. El explorado jerezano fue una víctima del temperamento ambicioso de Pedrarias.
La Decapitación De Vasco Núñez De Balboa
Desgraciadamente no existen proyectos, ni tampoco ninguna compilación de los documentos que logró Balboa, salvo los publicados por Altolaguirre como apéndice a su conocida biografía de este personaje, muchos de los cuales proceden de testimonios recogidos por Fernández de Oviedo. El padre Las Viviendas buscó informaciones para tratar la figura de Balboa, pero no aportó documentación. Tampoco ofreció ninguno Anglería, que se limitó a recoger datos sobre el explorador del Mar del Sur, fiel a su forma de trabajar. De estos tres cronistas, el más valioso es el primero, que coincidió once meses en el Darién con Balboa (entonces volvió) y le conoció en lo personal, pero fue un historiador poquísimo proclive a Pedrarias Dávila, con quien tuvo ciertos diferendos. El padre Las Viviendas no excusó a Balboa su trato con los indios, en especial los aperramientos y quema de gays. Otro cronista atrayente fue Andagoya, pero lo difuminó todo en beneficio de enaltecer su propia figura como precursor del descubrimiento del Perú.
Colombia Y La Española
Entonces se trasladó a Acla, desde donde escribió una carta muy cariñosa a su yerno, rogándole que se presentase en tal población para intentar los temas de la expedición que deseaba realizar. Se le tuvo preso en casa de Juan de Castañeda, adonde fue a visitarle Pedrarias para mencionarle que no se preocupara, porque había sido detenido por algunas acusaciones indudablemente infundadas. En una segunda visita cambió de tono y le acusó de haber traicionado al Rey y a él.
Este contratiempo no impidió que el 25 de septiembre de 1513 fuese divisado -por vez primera por un español- el Océano Pacífico. Desde ese instante se ha considerado a Vasco Núñez de Balboa como el legítimo descubridor del Mar del Sur. Alonso de Ojeda huyó a La Española antes de la llegada de Fernández, dejando al cargo de la resistencia del poblado de San Sebastián a Francisco Pizarro, quien en unos años se convertiría en el conquistador del Perú. Los conquistadores debieron replegarse hacia la fértil región panameña del Darién a indicación de Núñez de Balboa, cuyo liderazgo fue imponiéndose al del Alcalde Mayor, quien era tenido por avaro y autoritario. Tras derrotar a los indios del cacique Cémaco, los españoles no tuvieron mayor resistencia de los indígenas y, en septiembre de 1510, con el consejo de Núñez de Balboa, Fernández de Enciso fundó Santa María la Antigua del Darién, el primer enclave español persistente del conjunto de naciones americano. En el año 2013, memorando los 500 años de su llegada al Pacífico, la productora española Audaz Producciones, en una coproducción hispano-panameña, efectuó una película reportaje siguiendo exactamente la misma ruta que había empleado Balboa por el istmo de Panamá en su hallazgo del Mar del Sur.
En 1509, Núñez de Balboa y su perro Leoncico se embarcaron clandestinamente en una expedición liderada por Martín Fernández de Enciso, Alcalde Mayor de Novedosa Andalucía. Este procuraba consolidar el control de sus dominios en frente de los indígenas que se habían sublevado contra su protegido, el gobernador Alonso de Ojeda. Cuando el ilustre polizón fue sorprendido se libró de la desaparición arguyendo que su enorme conocimiento territorial podría ser de utilidad en acciones militares y de exploración. No solo se le perdonó la vida, sino que próximamente ganó respeto y autoridad entre los tripulantes. Como el segundo hijo, Vasco no heredaría ninguna de las pequeñas propiedades de la familia, por lo que decidió buscar fortuna en las tierras recientemente reclamadas por España en el Nuevo Mundo.
Poco después, fue hacia los dominios del cacique Comagre, territorio fértil pero muy salvaje, si bien cuando llegaron fueron recibidos pacíficamente a tal punto que fueron convidados a un agasajo; de igual manera Comagre fue bautizado. La novedad del asombroso descubrimiento se cruza con el nuevo gobernador Pedrarias Dávila, que venía a sustituirlo tras las demandas de Enciso y las acusaciones la muerte de Nicuesa, sumadas a la perdida de predicamento de su protector Diego de Colón. No obstante, ante la inocultable relevancia de su hallazgo, en 1514 el rey lo nombra adelantado de la mar del Sur y gobernador de Panamá y Cohiba, si bien subordinado a Pedradas.
Para su fortuna, el arzobispo de Quevedo junto a la influyente Isabel de Bobadilla -esposa de Pedrarias- se confabularon para casarlo con María de Peñalosa, hija del gobernador. La suerte parecía sonreírle, ya que, en reconocimiento de sus servicios, la Corona lo invistió como Adelantado del Mar del Sur y Gobernador de Panamá y Coiba. Consentido a regañadientes por Pedrarias, Núñez de Balboa efectuó una gran expedición por los mares recién descubiertos entre 1517 y 1518. No obstante, fue emboscado a su regreso por un conjunto de hombres comandados por Francisco Pizarro, quien estaba a las órdenes del gobernador. Fue acusado de intentar crear un gobierno sin dependencia y de planear contra su suegro. En un juicio irregular, fue condenado a la decapitación el 15 de enero de 1519.
Al caer la tarde regresaron a Chape, donde el hermano de la cacica les obsequió oro y perlas. Balboa exploró los alrededores ya que deseaba encontrar las perlas por su propia mano. Embarcó a sesenta hombres en unas piraguas y navegó por un brazo del río Congo hasta Cuquera, donde cogió a los indios otra buena cantidad de perlas y oro. Se embarcó en ellas el 17 de octubre con sus hombres, presto a llegar a las islas de las perlas. Al día después arribó a las tierras del cacique Tumaca, unas veinte millas al norte del golfo de San Miguel. Lo bautizó como “golfo de San Lucas”, aunque los indios lo llamaban Chitarraga.
