Afirmaban que todas y cada una aquellas tierras estaban labradas y que por medio de aquel valle pasaba un río anchísimo y grande que podía regar todas y cada una de las tierras. Estaban todos y cada uno de los árboles verdes y llenos de fruta y las hierbas todas y cada una floridas y muy altas; los caminos muy anchos y buenos los aires eran como en el mes de abril en Castilla, cantaba el ruiseñor y otros pajaritos como en el dicho mes en España, que comentan que era la mayor tiernicidad del mundo. Las noches cantaban ciertos pajaritos suavemente; los grillos y ranas se oían muchas; los pescados como en España. Vieron muchos almácigos y linaloe y algodonales; oro no hallaron, y no es maravilla en tan poco tiempo no se encuentre. Tomó aquí el Almirante experiencia de qué horas era el día y la noche y de sol a sol; halló que pasaron veinte ampolletas, que son de a media hora, si bien dice que allí puede haber defecto, porque o no la vuelven presto o deja de pasar algo.
Las carabelas brotaron por el hecho de que se encontraron en tierra temprano y creyeron que a sus señales, que eran costumbradas de hacer, iría a surgir; mas no deseé». Martín Alonso por la isla de Cipango, y el Almirante vía que si la erraban que no pudieran tan presto tomar tierra y que era mejor una vez ir a la tierra firme y después a las islas. Anduvo entre día y noche veinticuatro leguas; contó a la gente veinte leguas. Lunes 24 de septiembre.- Navegó a su sendero al Oueste día y noche, y andarían catorce leguas y media. Aquí descubrieron sus puntos los pilotos el de la Niña se hallaba de las Canarias cuatrocientas cuarenta leguas; el de la Pinta, cuatrocientas veinte; el de la donde iba el Almirante, cuatrocientas justas. Alonso quedóse en aquella costa de enorme Canaria por mandado del Almirante, pues no podía andar.
Sin embargo, este navegante del siglo XV ha pasado a la historia por conocer América y editar el mundo. Cristóbal Colón nació en Génova en 1451, hijo de un mercader. Desde pequeño tuvo espíritu aventurero y se realizó navegante para recorrer mundo. Este libro es un largo viaje por las casas y los sitios de ciertas escritoras mucho más esenciales del siglo XX.
Los 4 Viajes De Cristóbal Colón
Ciertos de ellos traían un pedazuelo colgado en un orificio que tienen a la nariz, y por señales pude entender que yendo al Sur o volviendo la isla por el Sur, que estaba allí un rey que tenía enormes vasos de ello, y tenía muy mucho. Trabajé que fueran allá, y después vide que no entendían en la iniciativa. Determiné de esperar fasta mañana en la tarde y después partir para el Sudueste, que según varios de ellos me enseñaron decían que había tierra al Sur y al Sudueste y al Norueste, y que estas del Norueste le venían a combatir frecuentemente, y de este modo ir al Sudueste a buscar el oro y piedras hermosas. Esto defendiese y no dejara tomar a absolutamente nadie, a menos que yo lo mandara tomar todo para V. A. Aquí nace en esta isla, mas por el poco tiempo no pude dar de esta forma totalmente fe, y asimismo aquí nace el oro que traen colgado a la nariz; mas, por no perder tiempo quiero ir a ver si puedo topar a la isla de Cipango.
En la tarde vino allí una canoa de la isla de la Tortuga con bien cuarenta hombres, y, en llegando a la playa, toda la multitud del pueblo que estaba junta se asentaron todos en señal de paz, y ciertos de la canoa y casi todos descendieron en tierra. Allí mostró bastante aquel cacique que se favorecía con el Almirante. La canoa se fue entonces, y afirmaron al Almirante después de ida que en la Tortuga había mucho más oro que en la isla Española, por el hecho de que es más cerca de Baneque. Ha dicho el Almirante que pensaba que en aquella isla Española ni en la Tortuga hobiese minas de oro, sino que lo traían de Baneque, y que traen poco, pues no tienen aquéllos qué dar por ello, y aquella tierra es tan gruesa que no ha menester que trabajen mucho para sustentarse ni para vestirse, como anden desnudos. Y creía el Almirante que se encontraba muy cerca de la fuente, y que Nuestro Señor le había de enseñar dónde nace el oro. Tenía nueva que de allí al Baneque había cuatro jornadas, que podrían ser treinta o cuarenta leguas, que en un día de buen tiempo se podían andar.
¿Cuántos fueron los viajes de Cristóbal Colón?
El Almirante Cristóbal Colón realizó 4 viajes a América donde “descubrió” una sucesión de territorios que fueron adheridos a la Corona de Castilla.
De allí fueron al Sudueste hasta conocer que lo que decían que había sido tierra no lo era, sino cielo. Anduvieron día y noche treinta y una leguas, y contó a la gente veinticuatro. Domingo 2 de diciembre.- Todavía fue contrario el viento y no pudo partir; dice que todas y cada una noches de todo el mundo vienta terral, y que todas las naos que allí estuvieren no hayan miedo de toda la tormenta de mundo, por el hecho de que no puede recalar dentro por una baja que está al principio del puerto, etc.
Siguientes Viajes De Cristóbal Colón
En la expedición que regresó a España fueron incluidos varios de los descontentos, y éstos se dedicaron a desprestigiar la labor de gobierno del Almirante frente a los monarcas. La expedición de auxilio llegó a las Indias el 24 de junio del mismo 1494, con Bartolomé Colón adelante. Sin embargo, el prestigio de Colón fue puesto aún más en entredicho en el momento en que los indígenas de La De españa se sublevaron en respuesta a los constantes excesos de los colonos. Reprimida la rebelión, 500 indígenas fueron mandados a España para ser vendidos como esclavos. Los Reyes Católicos prohibieron su comercialización hasta el momento en que se determinase la legimitad de dicho proceder.
Vinieron al navío mucho más de 40 pardeles juntos y dos alcatraces, y al uno dio una pedrada un mozo de la carabela. Sábado 15 de septiembre.- Navegó aquel día con su noche veintisiete leguas su sendero al Oueste y ciertas mucho más. Y en esta noche al principio de ella vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar, lejos de ellos 4 o cinco leguas. Sábado 8 de septiembre.- Tres horas de noche sábado empezó a ventar Nordeste, y tomó su vía y sendero al Oueste.
Colón Y El Mapa Templario Los Últimos Descubrimientos De Una Biografía Maldita
Venido el día claro, dio los cirios sobre la tierra y pasó una punta que le pareció a noche obra de 2 leguas, y entró en un grande golfo, cinco leguas al Sursudueste, y le quedaban otras cinco para llegar al cabo adonde, en medio de 2 grandes montes, hacía un degollado, el cual no pudo saber si era entrada de mar. Y de la otra tierra del Bohío que le quedaba a sotaviento empezando del cabo del sobredicho golfo, descubrió a su parecer ochenta millas, que son veinte leguas, y corríase toda aquella costa Lesueste y Ouesnoroeste. Del Sueste, y habría hasta él setenta millas, y toda tierra altísima. Y a cabo de seis leguas, halló una grande angla, y vido por la tierra dentro muy grandes vales y campiñas y montañas muy, muy altas, todo a semejanza de Castilla. Y dende a ocho millas, halló un río muy hondo, sino que era angosto, aunque bien pudiera entrar en él una carraca, y la boca todavía sin banco ni bajas.
Los aires eran muy dulces y sabrosos, que diz que no faltaba sino oír al ruiseñor, y la mar llana como un río. Amaneciendo, aquel lunes vieron muchas más yerbas y que parecían hierbas de ríos, en los que hallaron un cangrejo vivo, el que guardó el Almirante. Y dice que aquellas fueron señales algunas de tierra, pues no se hallan ochenta leguas de tierra.
Y explorando adelante, halló un cabo que salía muy fuera y cercado de bajos, y vido una concha o bahía donde podían estar barcos pequeños, y no lo pudo encabalgar pues el viento se había tirado completamente al Norte y toda la costa se corría al Nornorueste y Sueste, y otro cabo que vido adelante le salía más afuera. Por esto y pues el cielo mostraba de ventar robusto se hobo de tornar al río de Mares. Los de la Pequeña subiéronse todos sobre el mástil y en la jarcia, y todos aseguraron que era tierra. Y al Almirante de este modo pareció y que habría a ella veinticuatro leguas.
¿Cuáles fueron los 4 viajes de Cristóbal Colón resumen?
Cristóbal Colón, en representación de los Reyes Católicos de Castilla y Aragón, reinos españoles, realizó cuatro conocidos viajes desde Europa a América en 1492, 1493, 1498 y 1502. En el primero de ellos llegó a América el 12 de octubre de 1492, a una isla de las Bahamas llamada Guanahani.
Mandó el Almirante dejar su sendero, que era el Oueste, y que fueran todos al Sudueste, adonde había parecido la tierra. Habrían andado aquel día al Oueste cuatro leguas y media, y en la noche al Sudueste diez y siete leguas, que son veintiuna, ya que afirmaba a la gente trece leguas pues siempre fingía a la gente que hacía poco camino pues no les pareciera largo; por manera que escribió por dos caminos aquel viaje, el menor fue el fingido, y el mayor el verdadero. Anduvo la mar muy llana, por lo cual se echaron a nadar varios marineros. Lunes 19 de noviembre.- Partió antes que el sol saliese y con tranquilidad; y después al medio día ventó algo el Leste y navegó al Nornordeste. Al poner del sol le quedaba el puerto del Príncipe al Sursudueste, y estaría de él siete leguas.
No obstante, estas previsiones han quedado finalmente cortas, pues, parece ser, terminaron embarcando mucho más de 1.200 hombres en un total de 17 buques, de los que 14 eran carabelas y 3 naos. La flota quedó bajo el mando de Colón y Pero Alonso Niño fue nombrado piloto mayor. Al lado de los soldados, asimismo formaron una parte de la expedición nobles en pos de fortuna, labradores con animales, aperos agrícolas y semillas, artesanos con sus instrumentos, y un conjunto de religiosos bajo la dirección de un benedictino de Montserrat. El 4 de enero de 1493, Colón decidió emprender el viaje de regreso. Dos días después se reencontró con La Pinta, y los dos bandos eligieron sumarse nuevamente.
¿Cuáles son los cuatro viajes del almirante?
- Los cuatro viajes del almirante y su testamento.
- Prólogotipo.
- El primer viaje a las Indias. Relación compendiada por Fray Bartolomé de las Casas In Nomine D. N. Jesu Christi.
- El segundo viaje. Memorial que para los Reyes Católicos dio el Almirante a don Antonio de Torres.
- El tercer viaje.
- El cuarto viaje.
- Testamento.
Ellos no tienen armas, y son todos desnudos y de ningún ingenio en las armas y muy cobardes, que mil no aguardarían tres, y de este modo son buenos para les mandar y les llevar a cabo trabajar, cultivar y realizar todo lo otro que fuere menester y que hagan villas y se enseñen a andar vestidos y a nuestras costumbres». Sábado 27 de octubre.- Levantó las anclas salido el sol, de aquellas islas, que llamó las islas de Arena por el poco fondo que tenían de la una parte del Sur hasta seis leguas. Anduvo ocho millas por hora hasta la una del día al Sursudueste, y habrían andado 40 millas, y hasta la noche andarían veintiocho millas al mesmo camino; y antes de noche vieron tierra. Anduvieron el sábado fasta el poner del sol diez y siete leguas al Sursudueste.
Debieron cuestionar singularmente su opinión del nivel del círculo terrestre. Por tal razón, ciertos autores señalan que el proyecto de Colón llegó tarde a Portugal, donde ahora se había creado claramente la observación geográfica y se acariciaba la llegada a las Indias por el sur de África. No se sabe la fecha -aunque debió ser entre 1483 y 1485-, ni tampoco bastantes datos sobre la primera oferta que Colón le hizo al rey de Portugal. Eran instantes de fuerte efervescencia en la compañía descubridora de Portugal. Los lusos estaban explorando la desembocadura del Congo y la costa mucho más al sur, con la intención de hallar esa vía meridional que permitiese linkear con el Índico y llegar a la tan deseada Tierra de las Especias. Con en comparación con supuesto origen genovés, en una primera etapa de su juventud, Colón compaginó su dedicación a la manufactura -la de su padre- con los primeros contactos con el mar, probablemente como grumete.
Tenía asimismo ordenado que al salir del sol y al ponerse se juntasen todos y cada uno de los navíos con él, porque estos dos tiempos son mucho más propios para que los humores den más rincón a ver mucho más lejos. Andarían en toda la noche obra de cinco leguas, y veintitrés del día. Isla oro y nombrado los lugares donde lo cogían, vido uno semeja que más preparado y aficionado o que con más alegría le charlaba, y halagólo rogándole que se fuera con él a mostralle las minas del oro. Este trujo otro compañero o familiar consigo, los que, entre los otros sitios que nombraban donde se cogía el oro afirmaron de Cipango, al cual ellos llaman Civao, y allí afirman que hay cantidad considerable de oro, y que el cacique trae las banderas de oro de martillo, a menos que está lejísimos al Leste. El Almirante dice aquí estas expresiones a los Reyes «Crean Vuestras Altezas que en el mundo todo no probablemente halla mejor gente, ni mucho más mansa. Verdad es que todos se tiñen, ciertos de negro y otros de otra color, y los más de colorado.